Restos del palacio real de Henri Christophe, cuya construcción comenzó en 1806.
Fue en el pueblo de Milot, a 20 km de Ciudad del Cabo y al pie del Bonnet-de-l'Evêque, donde el rey Christophe hizo construir el Palacio Sans-Souci. En un área de ocho hectáreas se concentraron los elementos esenciales de su poder absoluto: los cuarteles y el arsenal, símbolos del poder militar, los edificios administrativos (ministerios, Consejo de Estado cuyas ruinas se encuentran próximas a la actual iglesia), cárceles, etc. Fuentes y estanques embellecieron los amplios jardines rodeados de postes de hierro forjado y piedra. En una amplia terraza, se observará un caïmitier bajo el cual, se dice, al monarca le gustaba impartir justicia expedita. La residencia real, inaugurada en 1813, fue saqueada a la muerte de Christophe y parcialmente destruida por el terremoto de 1842.
Rodeado de cadenas montañosas, el Palacio Sanssouci está adornado con jardines, estanques y fuentes. Este gran conjunto arquitectónico respondía a la necesidad de concentrar la mayor parte de las funciones administrativas de la nueva monarquía en torno a la residencia real.
Estos restos no carecen de grandeza y se espera que en un futuro próximo la UNESCO pueda realizar en Sans-Souci una obra de la misma calidad que la realizada en la ciudadela.
Publicado el 28 de julio de 2022